En los últimos años se han multiplicado en la Rinconada las peluquerías pensadas solo para clientes masculinos
Se podría decir que se han multiplicado sin pecar de exagerados. Algunas se han transformado pasando de padres a hijos y otras, las más, se ha ido abriendo de forma paulatina. El bum ha llegado a Rinconada , con locales que dan una vuelta de tuerca a su estética y se convirten en referencia no solo de aquellos que buscan arreglarse la barba o hacerse un buen corte de pelo sino de tribus urbanas, con gustos musicales y culturales parecidos.
Peluquería Sonia Bustos está detrás de uno de estos casos. Después de trabajar durante varios años en una academia de peluquería como profesora , decidi dar el salto y abrir mi propio negocio. Es difícil no mirar hacia dentro cuando se pasa junto a su escaparate de la calle Carretera Bética 106 . Con una estética muy marcada, y que lo que más me gusta es la barbería tradicional, la de toda la vida. Hace cuatro años exactamente que abrí el negocio, que lleva mí nombre, y parece que no me equivoqué si se tiene en cuenta cómo ha ido aumentando el número de clientes. Mí clientela, va de los 0 a los 90 años y son todos hombres. Lo de lavar y marcar no es señal del local. Cada vez son más los hombres, de todas las edades, que quieren un corte perfecto.
«Buscaba que fuera un sitio diferente».
Mezclar lo tradicional con la modernidad, con productos y técnicas nuevas, es mí forma de trabajar.
«Aquí lo que más trabajo son las barbas y los cortes extremos».
Lo que denomina high hut: degradados al cero. La clientela, toda masculina, ha ido aumentando con los años.
«Tengo de toda las edades, sobre todo muchos niños».
Cortes muy definidos
Si tu estilo se asemeja más a un jugador de fútbol, como por ejemplo Sergio Ramos, entonces tu establecimiento es este.
«Se hacen cortes muy definidos y lo que me diferencia es el sombreado. Tengo clientes de muchos pueblos de alrededor. Desde San José, Brenes, La Algaba hasta de Sevilla capital».
La peluquería, masculina, apuestan por la sorpresa e incluso hacen figuras sombreadas, dependiendo de la tendencia. Lo más importante: estar a la última.
«Al final lo importante es hacer un buen trabajo con el cliente»
Aunque siempre me había dedicado al mundo de la peluquería trabajando como profesora en la Academia, la idea de abrir mí propio negocio de estética en medio de una crisis económica, me frenaba. Fue la familia que me impulso para dar el salto. Y lo hice.
Hoy, Peluquería de Caballeros Sonia Bustos ubicada en Carretera Bética 106, cumple cuatro años de vida. ¿El secreto?
«Al final lo importante es hacer un buen trabajo con el cliente».
Soy consciente del incremento importante en el número de barberías en el pueblo en los últimos años.
Pero presumo de tener clientes de todas las edades, muchos niños y jóvenes, que buscan un buen corte.
«Hay que trabajar mucho, luchar, luchar y luchar. No engañar nunca a la gente y estar siempre preocupado por el cliente».
Al igual que ocurre con otros peluqueros que han abierto recientemente sus negocio en la Rinconada , la experiencia anterior es para mí un grado. Por eso estoy preparada para el corte tradicional y para engancharse a la modernidad de los jóvenes.
«Al final, todo en la vida depende de lo que tú quieras hacer, pero no hay que perderse en las modernidades y después olvidarse de lo más importante que es el trabajo bien hecho. Eso es lo que le importa al cliente».
Gracias.