Si las reivindican tantos grupos sociales, por algo será.
Elvis Patillas Presley.
Donde hay pelo hay alegría, reza el dicho popular. Y aunque no siempre haya que hacerle caso a los dichos populares (por ejemplo, no criéis cuervos, no porque os saquen los ojos, sino porque ¿para qué quieres cuervos? No sirven para nada y si quieres uno lo coges, que están por ahí volando) hay otras ocasiones en las que tienen más razón que un santo.
Nunca había hablado de un tema de vital importancia en la imagen masculina: las patillas. Y es que las patillas no son un tema de risa (excepto si nos estamos refiriendo a las extremidades inferiores de un bombero torero, caso en el cual sí se os permite reíros) y si eres de esos que cuando el peluquero dice “¿Cómo te hago las patillas?” responde “Como quieras, me da igual” deberías empezar a replantearte unas cuantas cosas. Porque las patillas molan y os vamos a demostrar por qué.
1 LAS PATILLAS SON UNA MODA INCLUSIVA
Al contrario que otras tendencias como los pantalones pitillo o los patos de porcelana en la cabeza (¿cómo? ¿qué aquello no fue una tendencia? No vuelvo a comprar las revistas de moda en el chino) las patillas son aptas para todo tipo de público. Desde hipsters hasta pijos con cortijo, pasando por macarras con Makinavaja como modelo a seguir. Las patillas, como el uniforme en los colegios, nos unen a todos bajo un elemento común.
Al contrario que otras tendencias como los pantalones pitillo o los patos de porcelana en la cabeza (¿cómo? ¿qué aquello no fue una tendencia? No vuelvo a comprar las revistas de moda en el chino) las patillas son aptas para todo tipo de público. Desde hipsters hasta pijos con cortijo, pasando por macarras con Makinavaja como modelo a seguir. Las patillas, como el uniforme en los colegios, nos unen a todos bajo un elemento común.
2 LAS FOLCLÓRICAS LAS TIENEN
Si hay algo de lo que nos debamos sentir orgullosos en nuestro país, es de nuestros deportistas, de nuestra capacidad para ponerle un palo a todo y llamarlo invento, y de las folclóricas. Durante años, las coplistas y las tonadilleras de España han sido las abanderadas de la tendencia de las patillas y es nuestra obligación nacional seguir su ejemplo.
Si hay algo de lo que nos debamos sentir orgullosos en nuestro país, es de nuestros deportistas, de nuestra capacidad para ponerle un palo a todo y llamarlo invento, y de las folclóricas. Durante años, las coplistas y las tonadilleras de España han sido las abanderadas de la tendencia de las patillas y es nuestra obligación nacional seguir su ejemplo.
3 SUJETAN LAS GAFAS
A veces las gafas o las gafas de sol dejan tu cara y se van a comprar tabaco. Es una situación realmente frustrante y que suele dejarte con cara de tonto y muchos euros menos. Por eso es importante asegurar su sujeción. ¿Cómo? Ya tenemos demasiados indicios de que nos hemos convertido en un señor mayor como para comprarnos una cuerda para las gafas, así que la mejor opción es aumentar el volumen de la zona inferior a las patillas de las gafas (es decir, nuestras patillas) para asegurar que la presión ejercida las mantiene en su sitio. Y te ahorras los cincuenta céntimos que te costaría una cuerda.
A veces las gafas o las gafas de sol dejan tu cara y se van a comprar tabaco. Es una situación realmente frustrante y que suele dejarte con cara de tonto y muchos euros menos. Por eso es importante asegurar su sujeción. ¿Cómo? Ya tenemos demasiados indicios de que nos hemos convertido en un señor mayor como para comprarnos una cuerda para las gafas, así que la mejor opción es aumentar el volumen de la zona inferior a las patillas de las gafas (es decir, nuestras patillas) para asegurar que la presión ejercida las mantiene en su sitio. Y te ahorras los cincuenta céntimos que te costaría una cuerda.
4 CURRO JIMÉNEZ
Nuestro Robin Hood patrio las lleva. Vale que no se parece demasiado a Robin Hood porque él no le daba el dinero a los pobres, pero se lo quedaba él, que era pobre. Eso es también muy solidario y sobre todo muy español. Y todo ello gracias a la personalidad que le aportaban sus pobladas patillas.
5 PUEDES LLEVARLAS AUNQUE SEAS CALVO
Como os decía al comenzar, aquí defendemos el vello en general, pero somos conscientes de que es imposible luchar contra la genética por mucho empeño que le pongamos. Por eso las patillas son la última esperanza de los calvos. Es como querer tener un descapotable y tener que conformarte con un monopatín. Vale que no es lo mismo, pero ¡EH! te lleva a los sitios.
Como os decía al comenzar, aquí defendemos el vello en general, pero somos conscientes de que es imposible luchar contra la genética por mucho empeño que le pongamos. Por eso las patillas son la última esperanza de los calvos. Es como querer tener un descapotable y tener que conformarte con un monopatín. Vale que no es lo mismo, pero ¡EH! te lleva a los sitios.
6 LOBEZNO TIENE PATILLAS
Y también tiene unas garras que molan una barbaridad y que te vendrían fetén a la hora de intimidar a tu jefe para pedirle un aumento de sueldo. ¿Hay relación entre una cosa y la otra? No podemos afirmar ni desmentir, tendrás que dejarte patillas para comprobarlo.
Y también tiene unas garras que molan una barbaridad y que te vendrían fetén a la hora de intimidar a tu jefe para pedirle un aumento de sueldo. ¿Hay relación entre una cosa y la otra? No podemos afirmar ni desmentir, tendrás que dejarte patillas para comprobarlo.
7 SI TE DEJAS PATILLAS TE SENTIRÁS EN LA OBLIGACIÓN DE LUCIRLAS
Y así evitarás la tentación de dejarte el pelo largo.
Y así evitarás la tentación de dejarte el pelo largo.
8 EL DRAMA DE RECORTARSE LAS PATILLAS
Si aun con todas las razones aquí reunidas crees que debes prescindir de las patillas, quizá debas pensar una cosa: recortarte las patillas al mismo nivel es casi tan imposible como conseguir que te den de baja una línea de móvil. Lo más probable es que empieces a intentar igualarlas y acabes depilándote la espalda. Y recuerda, la depilación no es una opción.
Si aun con todas las razones aquí reunidas crees que debes prescindir de las patillas, quizá debas pensar una cosa: recortarte las patillas al mismo nivel es casi tan imposible como conseguir que te den de baja una línea de móvil. Lo más probable es que empieces a intentar igualarlas y acabes depilándote la espalda. Y recuerda, la depilación no es una opción.
9 LAS PATILLAS TE MARCAN LOS PÓMULOS
Millones de mujeres y Mario Vaquerizo pasan al año por quirófano para realzar sus pómulos, y quizá una mujer con patillas quede bastante raro (excepto si son folclóricas, ver punto 1) pero en tu caso deberías contemplarlas como una opción real. Procura que no estén pobladas hasta el límite de tener a exploradores con brújulas deambulando con ellas.
Millones de mujeres y Mario Vaquerizo pasan al año por quirófano para realzar sus pómulos, y quizá una mujer con patillas quede bastante raro (excepto si son folclóricas, ver punto 1) pero en tu caso deberías contemplarlas como una opción real. Procura que no estén pobladas hasta el límite de tener a exploradores con brújulas deambulando con ellas.
Unas patillas cuidadas harán que no tengas que volver a morderte los carrillos para las fotos.