Algunas personas no se están dando cuenta de que están dejando entrar a sus casas a verdaderas “bombas” humanas que pueden o no estallarles encima. Son los servicios de peluquería a domicilio. Son ilegales y basados en la economía sumergida. Ya existían antes de la crisis sanitaria y algunos no pueden o no quieren parar en estos momentos de confinamiento.
Barberos Unidos de San José de la Rinconada ha comenzado una campaña de denuncia de esta actividad en la que la salud pública se pone en riesgo, tanto la de las personas que viven en esas casas y contraten este servicio como la del peluquero “ambulante” que puede ser un perfecto “distribuidor” del Covid-19 allí por donde va.
Desde la concejalía de Comercio, su responsable, ha explicado que “durante el estado de alarma solo se permite que las peluquerías puedan acudir a prestar sus servicios a los hogares de personas mayores, dependientes, con movilidad reducida o personas con discapacidad”.
Para realizar ese servicio, previamente hay que contactar con Servicios Sociales y la Policía Local para coordinarlo. “Es algo excepcional, en casos muy puntuales para personas vulnerables. En esos casos excepcionales, solo podrán realizar servicios básicos de higiene: lavar y cortar”.
En este sentido, solo pueden atender el servicio de peluquería a domicilio para garantizar la atención e higiene de las personas más vulnerables, "pero ha habido muchas interpretaciones por parte de los ciudadanos que han intentado interpretar a su conveniencia las excepciones para burlar el confinamiento, y las Fuerzas de Seguridad han comenzado a sancionar a profesionales del sector que estaban aplicando mal su excepción".
Desde la BUSJR se explica que los profesionales de los servicios de la peluquería no pueden mantener sus establecimientos abiertos porque hasta el momento no se ha contado con equipos de protección individualizados de prevención y protección contra el Covid-19 para el personal y la clientela, "siendo imposible además mantener las distancias mínimas de seguridad".
Es un gran esfuerzo que se está realizando por parte de todos los peluqueros durante el periodo de confinamiento por el Coronavirus donde no podemos realizar nuestros servicios normales de peluquería.
Por ello, hacen un llamamiento a profesionales y clientes para que, mientras dure el Estado de Alarma, no demanden ni ofrezcan estos servicios,"ya que está prohibido y supone una imprudencia"